Este mosaico de Gastón Castelló, de nueve metros de largo por más de tres de alto, fue estraído de la pared donde estaba ubicado para ponerlo en otra. Debido a su enorme volumen y peso, se partió en fragmentos para poder manejarlo y volverlo a colocar utilizando grúas y soportes soldados a la pared y a su parte posterior.
Después de colocarlo en su sitio se procedió a la restauración y reposición de las teselas que enlazaban unos paneles con otros.
Ubicado en casa de campo particular en Elche, Alicante.
Foto superior una vez puesto y foto inferior en proceso de restauración casi terminado.